La prevención es la mejor herramienta para cuidar tu salud a lo largo de la vida.
La urología no es solo para cuando aparecen síntomas. Cada etapa de la vida requiere cuidados específicos:
En jóvenes (20-30 años):
Controles en casos de infecciones urinarias recurrentes, cálculos renales o problemas de fertilidad.
En adultos (30-40 años):
Evaluación en casos de disfunción sexual, infecciones o antecedentes familiares de enfermedades urológicas.
A partir de los 40 años:
Comienza el control preventivo de la próstata (PSA, tacto rectal y ecografía).
En mayores de 50 años:
Controles anuales de próstata, chequeo de función renal, evaluación de incontinencia y prevención de cáncer urológico.
En mujeres:
Consultas urológicas en casos de infecciones urinarias frecuentes, incontinencia urinaria o problemas del piso pelviano.
En todos los casos, la detección temprana permite tratamientos más simples, efectivos y con mejores resultados.